Primer ministro británico sobrevive a voto de censura, pero podría tener los días contados en el cargo

Boris Johnson superó un desafío de sus propios miembros del parlamento para seguir siendo líder del gobernante Partido Conservador y mantener su puesto como primer ministro británico.

En una votación secreta en el Parlamento de Reino Unido hoy lunes, 211 parlamentarios conservadores votaron a favor de Johnson en comparación con los 148 votos en contra. El resultado de la moción de confianza fue anunciado en vivo por televisión por el "grande del partido" Graham Brady. 

La presión sobre Johnson se ha estado acumulando durante semanas por los eventos llamados "Partygate" en Downing Street durante la pandemia, por los que el primer ministro de 57 años recibió una multa policial. Un informe de la funcionaria superior Sue Gray encontró que muchos de ellos no deberían haber sido permitidos.

Sin embargo, el descontento entre los parlamentarios va mucho más allá de las reuniones ilegales, y es probable que el liderazgo de Johnson siga siendo inestable a pesar de ganar la votación.

Muchos dentro de su partido se han sentido frustrados por tener que defender políticas controversiales sólo para que el gobierno cambie de opinión. El opositor Partido Laborista propuso un impuesto sobre las ganancias inesperadas para las empresas de energía y Johnson lo rechazó, antes de adoptar la idea más tarde. Los aumentos en el gasto público han enfurecido a algunos conservadores, mientras que a otros les preocupa que su plan para romper el acuerdo del Brexit sobre Irlanda del Norte haga que su partido infrinja la ley internacional.

La historia reciente sugiere que su tiempo en el cargo podría llegar a su fin antes de que tenga la oportunidad de luchar en las próximas elecciones, actualmente programadas para 2024. En una votación sobre su política Brexit, la predecesora Theresa May sobrevivió a un voto de confianza con una mayoría de 83 en diciembre de 2018. Finalmente, terminó renunciando como primera ministra seis meses después, luego de no poder unir al partido.

Líder dañado

Independientemente del resultado, la votación en sí fue un duro golpe para Johnson. El 15% de los parlamentarios conservadores enviaron cartas de censura contra el líder, quien llevó al partido a su mayor victoria en las elecciones generales en más de tres décadas en 2019.

Según las reglas actuales, a los parlamentarios conservadores no se les permitiría realizar otro voto de confianza durante un año. Sin embargo, sería posible cambiar las reglas para realizar otra votación antes.

El exministro Jesse Norman publicó hoy una carta a Johnson en la que lo critica y acusa de “faltar a un sentido de misión”. John Penrose, a quien Johnson nombró para liderar su agenda anticorrupción, también renunció a su cargo, señalando que Johnson había violado el código ministerial del país, lo que normalmente conduciría a la renuncia. 

Impacto electoral

El partido teme que Johnson pueda costarles las próximas elecciones, luego que nuevas encuestas señalaran que la colectividad se enfrenta a la derrota en dos votaciones especiales el 23 de junio.

El escaño en Wakefield se encuentra entre los distritos electorales históricamente laboristas en el norte de Inglaterra, el llamado Muro Rojo, cuyas deserciones ayudaron a obtener la gran mayoría de los conservadores en la Cámara de los Comunes en 2019. 

Los conservadores también se enfrentan a la humillación en elecciones parciales separadas en Tiverton y Honiton, en el suroeste de Inglaterra. Los corredores de apuestas ponen a los demócratas liberales como favoritos para tomar el bastión conservador. Ambos votos fueron provocados por la renuncia de parlamentarios conservadores por escándalos sexuales separados.